INFINITAS

ELLAS,JUNTO CONTIGO, SON INFINITAS, EL CÍRCULO FEMENINO QUE HAS ESTADO SOÑANDO.GUIADO POR VANESA PEÑAMARTHA JAP INDER Y ANA SÁNCHEZ. EL RETIRO DE TRES DÍAS EN EL ENTORNO RURAL DE ZARAGOZA FUE  CONCEBIDO PARA REUNIR A MUJERES EN UN MISMO CORAZÓN Y QUE DESEAN EXPLORAR MÚLTIPLES ASPECTOS DEL MUNDO DE LA SANACIÓN. ACOMPAÑA A ESTAS TRES MUJERES A CONFORMAR UNA COMUNIDAD DE AMIGAS ENRAIZADAS, CREATIVAS, ESPIRITUALMENTE CENTRADAS,DIVERSAS Y APASIONADAS POR LA VIDA.

DESDE CIUDAD CONSCIENTE HEMOS CONVERSADO CON LAS TRES PARA CONOCER MÁS DE CERCA LA EXPERIENCIA DE ESTE RETIRO Y LA MEJOR FORMA DE APROVECHAR EL PROGRAMA QUE ELLAS HAN DISEÑADO PARA TI.

 

¿Por qué sólo mujeres?

 

Deseábamos abrir un espacio de acercamiento entre nosotras, de vinculo, Comunicación, entendimiento y afecto. En la actualidad reinan más los encuentros mixtos y a la vez en esta ocasión Infinitas pedía paso a una iniciación entre mujeres.

 

El círculo femenino nos regala poder encontrarnos en una mirada hermana que cultiva la no competencia entre nosotras, el apoyo mutuo, el entendimiento y la compasión.

 

Muy pronto celebraremos junto a hombres, aún no podemos desvelar nada más.

 

 

¿La información que se comparte es secreta?

 

No nos habíamos planteado esto, pero quizá si… (miradas cómplices entre ellas…) Lo que se comparte es muy íntimo, es vivencia, es desnudez a niveles muy profundos. Mantener la privacidad nos permite ir más allá en este caminar hacia ser nosotras mismas. Es el mundo interno de una mujer vertiéndose en danza, en palabra, en risa, en lloro. Se dan comprensiones muy sentidas pues el espacio está abierto, honrado y rezado para ello. Definitivamente sí, es secreto. Es del círculo.

 

¿Por qué infinitas?

 

Entendemos que nuestra naturaleza esencial va más allá de la forma y es infinita. Estamos invocando la sanación de lo negado y dañado, de aquello que permanece en la sombra y empuja por ser atendido, sentido y comprendido.

 

Nos hemos comprometido con un rezo elevado: sanar, gozar y amar. Nos está gustando mucho recordar el regreso a casa.Un viaje infinito en el que cuando despertamos nos damos cuenta que no hay viaje, que ya estamos siempre en casa.

 

 ¿Se podría decir que el círculo lleva un componente mágico como el de aquellos rituales femeninos medievales donde se reunían mujeres en medio de la naturaleza a reconocerse como parte de ella?

 

Todas las culturas que han existido en la historia nos han legado experiencias místicas a través del lenguaje simbólico.

 

Nos reunimos en círculo representando la unidad, lo eterno, la protección y la perfección para entrar en el rito y ceremonia de lo que para nosotras simboliza ser humanas y mujeres. El círculo recibe todas nuestras voces, la expresión libre de lo que nos ocurre. Seguramente el mismo impulso que movía aquellos rituales es el que nos guía ahora con el mismo anhelo de reconectar con nuestra verdadera naturaleza.

 


 ¿De qué disciplinas os servís para entrar en esa conexión?

 

Llaves maestras como el movimiento auténtico, danzas trance, movimiento sensitivo, contact integrativo, butoh, giro sufí, yoga danza, el perdón, la psicología  Transpersonal y la música maestra bien seleccionada nos guían hacia el estado meditativo que induce la experiencia de silencio y goce.

 

Sois tres, ¿de qué área se encarga cada una?

 

Tomamos la riqueza de ser tres mujeres que traemos un bagaje diferente. Elaboramos un diseño en común y cada una se ofrece desde su don. Entendemos que la esencia del círculo es la unión, y ese es nuestro reto y regalo, unir nuestros saberes en un solo tejido.

 

Habláis de sanación de la memoria y de los viejos patrones, ¿cuál es la técnica que os llevará por los pasajes del subconsciente?.

 

Para sanar las memorias de dolor que se quedaron fijadas necesitamos poder ver y sentir el dolor que guardan sin huir ni recrearnos en él. La herida proviene de una experiencia de separación y el miedo se expresa como defensor para proteger y acorazarnos del dolor.

 

La creencia de que podemos ser dañadas al relacionarnos con otras personas interrumpe la confianza y la unión, reforzando la sensación de desconexión.

 

Nuestras propuestas llaman a la puerta de la experiencia. Para ello nos adentramos en el universo del cuerpo y las sensaciones. La música, el silencio y nuestra voz son hilos conductores para enfocar la mirada en lo que pide claridad y sanación.

 

Jugando inducimos el estado meditativo para generar permiso, confianza y relajación.

 

Cuando la persona decide involucrarse y entrar de lleno en la propuesta de Infinitas, el despertar de estas memorias que mencionamos quedan al descubierto para ser reconocidas, sanadas e integradas. Siempre una gran oportunidad de hacerlo a través del círculo, la danza y la conciencia.

 


Decís que el gozo es el estado natural de una mujer infinita, ¿nos podéis explicar eso y cómo se llega a ese estado natural?

 

Es muy sencillo y sin embargo la programación humana lo interrumpe por un apego desmesurado con el flujo de pensamientos y emociones.

 

Respirar y observar. La relajación corporal ayuda, la confianza es el estado propicio y la entrega el requisito principal para abrirse a lo que llamamos estado meditativo o contemplación. Ahí nos reconocemos libres y gozosas en comunión con la vida.

 

Este goce trasciende la forma, va más allá de las sensaciones. Tiene aroma a entrega desnuda ante lo que es.

 

Dentro del hecho de que sois mujeres que amáis vuestra plenitud, ¿eso excluye al hombre?

 

Partimos de que la plenitud se abre en mujeres y hombres cuando estamos despojados de todos aquellos condicionamientos que no nos permiten vivir de forma espontánea.

 

Es maravilloso poder elegir libremente compartirnos en relación, del tipo que sea.

 

¿Cuál es el ethos de las mujeres que se consideran infinitas?

 

Ser nosotras mismas con la brutal valentía que eso implica.

 

¿Què pueden esperar las participantes del círculo de infinitas?

 

Un espacio de encuentro con nosotras mismas a través de la verdad que nos ofrece el círculo en un viaje energético emocional que nos recuerda la fuerza que sana de manera natural en nosotras, que goza la vida plenamente y que ama en libertad.

 

De todo lo que ofrecéis ¿qué es lo que más os apasiona?

 

Martha: Me encanta la mirada circular. El reto de relacionarnos en la esencia del círculo. La tríada junto a Vane y Ana es una joya; espacio de crecimiento, risas, llanto, rituales y cotidianidad.

 

Cuando nos encontramos con el gran círculo de Infinitas, me emociona la valentía de todas al mostrarnos como somos ante otras mujeres. Danzar los retos. Abrazarnos y descansar. Sorprenderme ante las propuestas que nosotras mismas hemos diseñado. Y sentir que bailamos desnudas aunque nuestras ropas sigan sobre el cuerpo.

 

Vane: Me emociona presenciar la vulnerabilidad humana que suele destaparse tras una propuesta corporal que apunta a ir más allá de lo evidente. Cuando una persona comprende su falta de amor y pide perdón a la vida por dañarse. Uff… sublime, mi empatía se abre como una flor y durante unos segundos soy una con todo.

 

Lo que me fascina de lo que ofrecemos en Infinitas viene de la alquimia que surge junto a Martha y Ana.

 

Nuestra forma de trabajar está estrechamente ligada a nuestra forma de relación. Nos reunimos y durante las primeras horas nos entregamos a contarnos como estamos, que sentimos, que reflexiones están activadas. Entramos en atemporalidad, la emoción brota, el sostén del círculo es firme y amoroso, la creatividad se dispara, la intuición se pone al servicio de lo que estamos creando, la alegría, el cansancio tras la dedicación.

 

Resonamos y nos reconocemos en las dificultades y en las fortalezas, intentamos respetar las diferentes percepciones que surgen a veces. Nos escuchamos y apoyamos. Esta forma de relacionarnos durante la creación del diseño de Infinitas está afinada con la experiencia durante las sesiones junto al grupo.

 

Me gusta mucho disfrutar de la calidad, de las acciones bien hechas que me dejan satisfecha tras haber hecho lo máximo posible, esto me lleva a ofrecer siempre trabajos corporales y sensoriales impecables.

 

Ana: Disfruto mucho en las danzas libres, sobre todo a ojos cerrados y en los espacios de silencio y presencia. El compartir con la palabra también trae claridad y comprensiones sentidas para mí. Me encanta vernos entregando nuestro arte, nuestro don, haciendo el servicio al que hemos sido llamadas.

 

Vibro y despierto con Martha y Vanesa porque son muy verdad y cuando algo es verdad no puede sino llevarte a tu propia verdad. Para mi ellas son maestras en adentrarnos en la vivencia. Admiro su honestidad y su profundidad.

 

Una de las cosas que más me gusta es cuando las mujeres comparten las transformaciones que están teniendo en sus vidas. Me encanta cuando puedo ver esas transformaciones en la luz de sus ojos.

 

Y otra cosa que me encanta es ese momento en el que reímos todas juntas. Hay mucha sanación y unión ahí. Es un verdadero regalo compartir la travesía que implica ser mujer con otras mujeres.

 

La danza Sagrada:

Un comentario

  1. Preciosa danza y entrevista.
    Me hubiese gustado saber quién respondía a cada pregunta.
    Juego a intuir quien era.
    Reenvío a féminas.
    Me parece que lo van a petar.

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